viernes, 16 de diciembre de 2011

Confundida!

Los días pasaron, y mi mente seguía ocupada a por aquellos lindos ojos marrones, no tenía idea de que hacer pues todas mis locas ideas ahora tenían que ver con él... Salir a pasear y toparmelo "por casualidad" o quizá volver a reunirnos, pero era demasiado tímida y penosa como para hacerlo.

En fin no tenía nada que hacer y me inscribí a unas clases de guitarra, siempre había querido comenzar a tocar algún instrumento

lunes, 25 de julio de 2011

18: Iluscionarme... Naaada bueno

-¡Ahh! No puede ser - Dijo Luna aún estupefacta.
- Hace poco que comencé a darme cuenta de que lo miraba más de lo necesario... - dije con una mueca en el rostro; para mi era difícil aceptarlo, pero debía admitir que estaba sucediendo, me estaba enamorando.
-Pues que esperas, ¡Regresemos!- Dijo tomándome de lamuñeca y jalándome hacía donde estábamos sentadas.

Llegamos y me dí cuenta de que Javier se había ido, no pregunté que había sucedido, pues tal vez alguien sospecharía algo, seguí platicando como si nada hubiera sucedió, pero en el fondo yo ansiaba poder seguir platicando con él y conocerlo más. Pasó el tiempo y pronto fue hora de ir a casa. De camino a mi lindo hogar Kath fue la que me acompañó, ella también había notado mis miradas contantes hacia Javier, pero había esperado a que estuviéramos solas para preguntar.

- Isabela, tengo que preguntarte algo. - Dijo
- Si claro Kath, lo que quieras. -Dije, aunque yo tenía un presentimiento de lo que preguntaría.
- ¿Te gusta Javier Cierto?- No era una pregunta, era más una afirmación. Ella me conocía de hacía años, era lógico que lo hubiera cachado a la primera.
- Pues, aún estoy dandome cuenta de eso. Tal vez si, tal vez no. Tendré que pensarlo.
- Se nota en tus ojos Is, te conosco.- dijo como una hermana mayor, y a veces lo era para mi.
-Ahh! Es que no se, tengo miedo de volverme a iluscionar. - Dije afligida; con Adam, sinceramente nunca hubo alguna posibilidad, y estaba casi segura de que sucedería lo mismo con Javier.
- Mira, yo se por experiencia propia que es bastante duro que para él tu no existas, pero al menos intenta hacerte su amiga, y si él ve todo lo bueno de ti seguro te querrá, y si no lo hace es un tonto pues tienes muchas cualidades. Así que mi consejo es: Intentalo, nada puede salir tan mal...

Lo que me dijo Katherine me llenó de fuerza para luchar por él, pero aún no sabía que hacer.
Llegué a mi casa y me despedí de mi mejor amiga con un simple adiós.

Me sentía rara. Me estaba iluscionando y eso no era nada bueno... Fui a cenar y después a la cama. No podía conciliar el sueño, esos lindos ojos marrones y esa linda sonrisa seguían en mi cabeza, y no era solo su físico, no, era lindo de sentimientos, lo noté cuando se fue el novio de Valery. Se comportaba totalmente distinto, tal vez aparentaba algo que no era, no lo sabía.
Lo que si sabía era que no lo vería en bastante tiempo y no necesitaba una razón más por la cual querer entar a la escuela.

Alrededor de las 12:40 pude por fin quedar dormida, y valla que dormí pues al día siguente desperté a las 10:00 am.

Cuando me hice a la idea de que me tenía que levantar vi que mi celular parpadeaba, era un mensaje de Luna:

"Buenos días hermanita, pensando en tu sabes quien"

No hice más que reír, sabía que esto pasaría...

jueves, 23 de junio de 2011

Cap: 17 El comienzo después del final

Después de tanto tiempo sin ver ni a Ricardo ni a Adam, mi corazón se había quedado lleno tan solo de mis amistades. Llegó el verano, y pronto saldriamos de clases; pero algo que yo no sabía era por lo que tendría que pasar.


Un par de semanas ants de salir del colegio, Diana nos dijo que se mudaría de ciudad... a Tecuala, Nayarit para ser más precisos. Quedé impresionada; se había vuelto una magnífica amiga y prontó la perdería. ¿Se podía estar más sola aún...? La respuesta era sí, si se podía. Las últimas semanas pasaron rápidamente e incluso antes de terminar el ciclo, Diana partió hacie su nueva vida.


Se terminó el ciclo escolar, el más maravilloso de mi vida; había conocido a Luna mi hermanita, a Diana la exéntrica, a Charlotte la dulce, y había seguido con Rachel, Katherine y con muchos otros amigos. Sin duda alguna el mejor año. Pero, como siempre, tenía que terminar. Varios se cambiarían de escuela, como Rachel y David, otros más se fueron de la ciudad, como Emily y Diana. Así que nos quedaríamos pocos para el siguiente ciclo escolar y por mi mente pasaba un aburrido verano.

El día de entrega de calificaciones todo marchó normal: Yo, como siempre había mantenido mi excelencia, pero este vez no me sentía feliz. No sabía la razón correcta, pero simplemente no era de mi agrado el sobresalir como siempre.


Por fin llegaron las tan ansiadas vacaciones, pero no sabía que hacer. Después de dos días de aburrimiento, decidí llamar a mis amigas para salir al parque, les indiqué que podían invitar a quien ellas quisieran y así conocer gente nueva. También invité a algunos amigos del salón y les dije lo mismo que a las chicas; era plan con maña ¿o que?


Quedamos de vernos a las 5:00, el el parque que estaba cerca de la escuela. Alrededor de las 4:20 comencé a vestirme para la salida. No me arreglé demasiado; simplemente un pantalón de mezclilla, una linda blusa y unos tenis, intenté no maquillarme de más y salir muy natural. Iría a ver a mis amgos no a un desfile de modas...


Al llegar vi a Luna, a Katherine, Charlotte, Judith y a Valery una de las "niñas de mami" pero la que me caía mejor. Con ella estaban varias chicas a las había visto en la escuela y de las cuales sabía su nombre pero hasta ahí... Nos sentamos a platicar en una de las mesitas del parque, nos presentamos todas y comenzamos a bromear.


Un poco más tarde llegaron los chicos, David, Ernesto, Antonio y varios más a los que no conocía. Entre ellos estaba un chico al que había visto, además de en la escuela, asistir a las clases de catesismo a las que yo iba; como siempre mi timidez no me dejó platicar con él en aquellas clases pero al menos de alguien más sabía el nombre: Javier. Un chico lindo y tímido, de cabello rubio-castaño, de tez clara y muy divertido.


Hacía tiempo que había estado viéndolo más de lo necesario, y creía que me había empezado a gustar, pero esta vez no me haría ilusiones...


Comenzamos a platicar entre todos, muy pronto Valery se fue con su novio y muchos se fueron llendo. Me sentía tan satisfecha pues había platicado tranquilamente con Javier, sin mostrarme nerviosa ni nada. Después de que Luna me cachara mirandolo continuamente se dió cuenta y me pidió que la acompañara al baño.


- Isabella, ¿te gusta Javier?

- Em... - Dije dudando; ya antes me había echado carrilla con gente sin que ni si quiera me gustara, ahora alguien que si sería peor. - Si, pero no digas nada por favor. - Dije suplicando

Se tapó la boca con la mano en un intento de no gritar, la había dejado sorprendida.

16:No más Adam...

La clase pasó, pero mi mente seguía perdida, no hacía los ejercicios bien, no prestaba atención cuando me hablaban; simplemente estaba distraida.
Ese fin de semana pasó tan lento, que las horas me parecían enternas, además por si fuera poco varias amigas estaban fuera de la cuidad y no tenía nada que hacer más que ver televisión. Cada dos que tres canales había algú programa con temática amorosa, y eso me recordaba a Adam.

Llegó el lunes, y con él, mi oportinidad de verlo de nuevo. Durante las clases estuve tan impaciente por llegar a mi casa, que terminaba todos los trabajos lo más rápido posible, con la esperanza de que así las horas pasaran más rápido.

- ¿Qué pasa? - dijo Luna notando mi prisa durante el día.
- Es que el viernes esperaba con ansías poder ver a Adam, pero...
- ¿Que sucedió? - dijo procupada. Amo como toma lo que le cuento suempre en serio.
- Pues simplemente no fue, y espero que valla hoy...
- Hay Is... - dijo en tono de mamá. Ella era mi consejera, y en momentos yo de ella.
- Tengo miedo de ilusionarme, pero a la vez no lo puedo resistir...- dije sintiendome vulnerable. Nunca me había obsesionado de esa manera por alguien, pero yo sabía que ilusionarse no era bueno, ya que una vez me hizo pasar malos ratos.
- No te preocupes Is, y deja que venga lo que tenga que venir.
- De acuerdo. - dije y continuamos hablando de cosa triviales.

Las clases siguieron lentas, peor cuando por fin llegó la hora de salir de mi casa y camir hacia la clase de taekwondo, me entró el miedo, miedo a fracasar, a no ser aceptada. Aún así continue caminando.

Al llegar estuve un rato esperando; llegó Jessica, y todo mundo... Menos él.
Después de aquello mis animos estuvieron por los suelos, no quería si quiera ir de nuevo al Taekwondo... era frustrante esperar a que por fin fuera y que no apareciera.

Pasaron días.....
semanas.....
Meses.....
Y Adam no aparecía, ahora tampoco me lo encontraba ocasionalmente en la calle. Era como si hubiera desaparecido, como si se hubiera esfumado entre la bruma...





jueves, 2 de junio de 2011

15: Desepción

Sin más remedio que dormir, fuia mi cama y pronto caí en el mundo de los sueños, pero uno totalmente raro me atormentó durante la noche:
"Estaba en mi casa, mirando hacia afuera de la ventana y depronto vi a Ricardo y a Emily pasar corriendo hacia la derecha y luego a Adam pasar hacia la izquierda. No sabía que hacer, si salir corriendo o mirararlos alejarse por la calle. Además ¿Qué camino elegiría? Mi mente estaba revuelta, y para colomo había comenzado a llover, si decidía perseguir a alguien debía hacerlo en ese momento, sin importar a lo que llevara después. Con lluvia, truenos y relámpagos salí a hacerle frente a ese desición que tardeo temprano tendría que tomar. "

Desperté muy agitatada, y con una sola cosa en mente: Pronto tendría que tomar una desición, no podía seguir atormentandome así la vida.

Fui al baño y me lavé la cara. Mi cara estaba pésima, tenía unas ojeras gigantescas, y mis ojos estaban rojos; si bien decían que las pesadillas no dejan dormir...

Desayuné y fui a la escuela y me encontré con que no habría clases, Los maestros tenían una junta de consejo técnico o algo por el estilo. Regresé a mi casa sin ganas de hacer nada y me tiré en la cama a dormir.

Desperté de nuevo a las 10:00 am y sin más sueño decidí ir a pasear al parque. Caminé con los audífonos de mi Ipod hasta que me encontré con Diana y Cassandra. Comenzamos a platicar sobre lo ocurrido el día anterior con Luna.

- David es un tonto - dijo Cassandra - Luna lo quiere mucho y él no lo aprovecha...
- Ni cuenta se da el muy inútil- dijo Diana.
- Les juro que a mi me sorprende ese comportamiento de David; lo conosco desde hace mucho tiempo y esto lo causo alguien más, el no es capaz de formarse esa idea solo.
- No habrá sido idea de.... - dijo Diana
- De Estefania - Completamos Cassandra y yo.

Era cierto, siempre estaba tras de David, no le importaba parecer prostituta con la falda muy arriba, su intención siempre fue llamar la atención. Había una "batalla" entra lo que ella pensaba era lo correcto, y mi opinión; teníamos opiniones muy diferentes pero a la vez parecidas, eso me asustaba, podía llegar a ser como ella, y yo misma me detestaría. Pensé en cambiar de tema y les comenté a ellas sobre el problema con Katherine, no sabía aún si debía decir algo o dejarlo por la paz. Necesitaba una segunda opinión, y que mejor que dos.

Platicando sobre este tema pasaron del otro lado del parque, Adam y Marco, iban tan metido su plática que no me vieron, pero era una suerte, pues había salido mal vestida a pasear.

Adam... todavía recordaba esa última imágen que tenía de él cuando había llevado a mi hermanita a casa. Unos ojos preciosos, que me dejaban sin habla.

Después de platicar durante mucho tiempo, me despedí de ellas y fui a mi casa

Ya en mi hogar comencé a praparar algo de comer; le daría una sorpresa a mi familia y además fijaría mis pensamientos en otro tema.

Lasagna. Una comida fantástica que había aprendido a cocinar unos meses atrás cuando fui de visita con mi tía. Había sido fantástico, en aquella ocasión, cocinar algo tan delicioso pero esta vez ni la comida lograba distraerme de aquellos recuerdos, de aquellos ojos que había visto apenas dos días atrás.

Pasta, Tomates y mi mente seguía perdida, y no sabría cuando la podría encontrar de nuevo.

Llegó la hora dela comida y a todos les facinó, pero aún seguia iluscionada con ver a Adam por la tarde, y cada hora que pasaba me ponía más y más nerviosna.

Cuando dieron las 4:30 comencé a alistarme, quería verme bien; no exagerada pues se notaría demasiado, tan solo "bien".

Esperé a que Rebecca estuviera lista y caminamos juntas entre broma y broma a nuestra clase.
Al llegar, busque discretamente con la mirada algún rastro de él. Nada.

Estaba por comenzar la clase y él no había llegado, era bastante raro ya que nunca se le había hecho tarde. En ese momento Llegó Jessica con su cabello negro plancado como simpre dicendome:

- Adam no vendrá. -

Tres palabras, tan solo tres palabras me paralizaron, había estado esperando para verlo de nuevo, y ahora tendría que soportar no verlo hasta el Lunes. ¡Oh tragedia! Y mi se reconectó al mundo real, un mundo en el que las fantasías son un arma mortal.

domingo, 22 de mayo de 2011

14: ¿Ayudar a una amiga o arreglar mis problemas?

EL día pasó muy lento, pero cuando dieron el timbre Luna comenzó a llorar de nuevo.

- ¿Qué pasó? - Preguntó el profe de Matemáticas que aún estaba en el salón.
- Nada, lo siento. - Dijo Luna tratando de calmar sus sollozos.
Salió des salón y corrí hacia ella, seguida de Diana y Cassandra.
-¿Qué pasó? - Preguntamos las tres al unísono.
- Es que extrañaré esos dulces labios de los cuales me despedía cada día a la salida...
- Luna... - Me quedé en shock. Yo nunca había llegado a besar a Ricardo, bueno; tal vez solo una vez pero no había sido suficiente como para volverse un buen recuerdo.- no te atormentes más, ya pasó...

Seguimos platicando con ella y pronto cambiamos de tema para que lo olvidara. Tuve que irme a mi casa solo, ya que habían pasado por Katherine. Por el camino estuve pensando en lo sucedido al final de las clases; no era posible que me hubiera sentido triste por eso, no tenía que haber pasado. Mi mente caviló esto durante un rato, pero no pudo llegar a un veredicto.

Al llegar a casa, grande fue mi sorpresa cuando me encontré a Luna Sentada en mi sillón. ¿Cómo había llegado más rápido que yo? ¿Cómo había entrado? y ¿Qué hacía allí? No era que no la quisiera en mi casa, simplemente quería tener un tarde tranquila, olvidarme de lo sucedido; pero parecía que el día de hoy iba a ser imposible.

- ¿Que haces aquí?, digo, no es que no te quiera aquí solo que es raro.
- Necesito hablar con alguien, sacar mis penas para liberarme. ¿Puedo contar contigo cierto?
- Si, claro que si.- Una amiga me necesitaba, pero yo también requería de un momento a solas... Pero era algo demasiado injusto si le decía que no.

Platicamos bastante rato, pero esta vez no sabía que decir, mi mente estaba hecha un embrollo, y las palabras no salían con facilidad. Simplemente: estaba echa un desastre.

Después de largas horas, de platicar, Luna se marchó a su casa. Aún estaba triste, pero caminó con la frente en alto.

Había lleguado la hora de arreglar cuentas conmigo misma. ¿Que había pasado?, Mis sentimientos habían quedado enterrados desde hacía ya unos cuantos meses, pense que no renacerían, pero ahí estaba yo, afligida por un momento que nunca sucedió entre Rodrigo y yo. No sabía que pensar de mí, la chica fuerte delante de los demás, ahora estaba derrumbandose sola, y sin nadie que la comprendiera. Tal vez alguien lo hacía, pero yo igual me sentía sola.

No me sentía lo suficientemente valiente como para contarle a Katherine, ya que me diría que debía olvidarlo. Eso lo sabía perfectamente, pero no podía hacerlo. Para mi era una misión imposible.

Mis padres llegaron y yo arreglémi cara; puse una grande y falsa sonrisa y todo acurrió como con normalidad lo hacía...

jueves, 19 de mayo de 2011

13: Luna

Llegué a mi salón y todo estaba en calma, ultimamente había sido de este modo, nadie decía ni pio; había sido demasiado aburrido, así que me dispuse a seguir leyendo el libro que había pedido prestado en la biblioteca.
El libro no era nada aburrido, debo admitir, pero prontó lo dejé ya que había llegado Luna llornado y con David corriendo tras ella.

- ¿Qué pasa Luna? ¿Que tienes?- dije preocupada, esto olía a que habían peleado o algo por el estilo.
- Nada Is - Dijo intentando calmarse pero no lo logró y rompió a llorar de nuevo.
- Si que pasa algo Luna, ¿No me digas que estas llorando de gusto?- dije sarcásticamente, sabía que en esos momentos no ayudaba mucho, pero algo tenía que hacer para que me dijera que pasaba.
- Es que hay demasiada gente aquí...- dijo mirando a todos lados y dandose cuenta de que sin mucho esfuerzo ya había hecho un escándalo. Laa jalé hasta que llegamos al baño, y ella aún seguía llorando a moco tendido. No tenía idea de que hacer o que decir si no sabía el motivo, y por lo visto tardaría un rato en explicarme.
- Ahora si, ¿qué sucede?- dije.
- Es que...- hizo una pausa, como si no pudiera encontrar las palabras para decirlo. Ya en ese momento, su llanto había sido apaciguado.- Davidi y yo peleamos, y...- se detuvo de nuvo.
- Y...- dije incitandola a continuar.
- Cortamos...- y volvieron las lágrimas a su rostro.
- Ya Luna, no pasa nada... - En realidad no sabía que decir. Cuando a mi me había cortado Ricardo yo había llorado sola y en silencio sobre mi cama; había soportado el dolor hasta llegar a mi casa, no me gustaba llorar enfrente de nadie. Pero Luna había sido más frágil esta vez, había dejado entrar a David por completo en su corazón, ella se había entregado, pero el no le había correspondido totalmente.- Te aseguro que se arrepentirá...
- No Is, esto es definitivo; él mismo lo dijo. - dijo destrozada. Yo qería demasiado a Luna, y no soportaba verla así. Lo único que supe y pude hacer fue darle un abrazo. No tenía otra manera de mostrar me solidaridad con ella, que yo la apoyaría como lo haría cualquier amiga, o mejor aún: una hermana.

La convencí de que regresaramos al salón pues ya casi comenzaba la clase. También le dije que por ningún motivo volteara a ver a David pues lloraría de nuevo. Ella aceptó y caminamos lentamente hacia nuestro salón.

Las clases transcurriron sin mucho sobresalto. Al llegar el recreo, fui a hablar muy seriamente con David.

- ¿Qué te crees? - le dije mientras lo volteaba para que me mirara.
- ¡Uuuy! Que agresiva - Dijo en su tono burlón de siempre. Tal vez a veces fuera gracioso pero el día de hoy no.
- Serás muy mi amigo David, pero mínimo le debes una disculpa a Luna - dije casi gritando.
- Pues lo siento pero no - dijo y se fue corriendo con Matías que ya lo esperaba cerca del jardín.

Regresé con Luna y me dí cuenta de que estaba con Katherine, después de el problema de Luna, me había olvidado de pensar en si me iba a disculpar o no con Kath, así que preferí no decir nada y pasarla lo más normal, bueno, dentro de lo posible después de lo sucedido...

domingo, 1 de mayo de 2011

12: Ensoñación

Seguía yo escuchando música y pensando en Adam.

De pronto comenzó una canción que trajo a mi mente recuerdos no muy agradables; la canción era "Coleccionista de Canciones" de Camila. Esa canción me la había dedicado Ricardo cuando comenzamos a salir; digo yo por mi ya conocida pasión por la música. La salté, pues en esos momentos, lo último que quería era recordar a Ricardo. Me había costado mucho trabajo olvidarlo y por fin lo había logrado.

Apagué el iPod. No tenía nada en mente más que a él.

Sus ojos...

Su cabello...

Su sonrisa...

Lo más impactante eran sus ojos, tan profundos que parecía poder nadar en ellos. Un color chocolate, y con una mirada tan dulce como el color. Simplemente me enamoraban.

*Ring* *Ring*

Sonó el teléfono sacándome de mi ensoñación; tan solo era mi padre preguntando como estaba Beth y quien la había llevado. Al preguntar esto solo logre decir "Adam" y no di ninguna otra explicación.

Volví a pensar en él; pero esta vez, caí rendida por el sueño... Y mi mente viajo a un mundo maravilloso


A la mañana siguiente estaba muy feliz; tanto, que no paraba de brincotear para todos lados. Al baño, fui brincando
A la cocina, fui brincando
A mi cuarto, fui brincando
Y casi me iba brincando a la escuela, pero mis padres se habían cansado de verme así que me llevaron en coche.

Cuando llegué ví a Kath y a Luna, pero luna estaba acompañada de Davir,por lo que solo los saludé y le conté a Kath lo que había sucedido el día anterior. Después de haber terminado de habar dijo:

- Mmm... que bien... - y volteó a otro lado. Giré la cabeza hacia donde estaba viendo ella y encontré la razón de su distracción. Era Kevin, el chico que le gusta. Se había quedado viéndolo hasta que llegó su novia. Ahí desapareció el encanto y caminó, o bueno, casi corrió hasta su salón.

Me había portado demasiado egoista contandole lo que había sucedido, sabiendo que unos días antes, se había enterado de que Kevin tenía novia. Aunque, ella tambien había estado mal en no escucharme sabiendo que esto era importante para mi...

No sabía si disculparme o no pero, hiciera lo que hiciera. Lo pensaría más tarde....

sábado, 30 de abril de 2011

11: Sin palabras...

Me quedé pasmada, justo a él le habían dicho que llevara a mi hermana a casa. No sabía que decir por lo que solté:

-Hola- dije aún sin poder creerlo
-Emm... Hola Isabella, vine a traer a tu hermana... - dijo
- ¡Adam se ofreció cuando dijeron que necesitaban a alguien que me trajera! - dijo Beth, provocando que Adam comenzara a sonrojarse; se veía tan lindo con las mejillas rosas.
- No es cierto Beth... - dijo preocupado.
-Si! si lo es... - dijo juguetona mi hermana y salió corriendo hacia su cuarto dejándonos solos.

Ninguno de los dos sabía que decir ni que hacer, lo que si se es que yo lo mire. Era, por decirlo de alguna manera, lindo. Para empezar, era delgado, de cabello negro azabache y sus ojos, un color chocolate que irradiaban ternura. Simplemente hermoso.
Nuestra mirada se encontró unos instantes, y luego ambos apartamos la vista; parecía que habían pasado horas, pero no llevábamos ni un minuto.
Por fin se armó de valor y dijo:

-Isabella, creo que me tengo que ir, creo que me deben estar esperando en mi casa.-
- Esta bien, pero dime Is, Isabella suena bastante fuerte... - dije con sinceridad
- Ok Is, nos vemos luego...
- De acuerdo.- dije y después se fue. No resistí a mirarle mientras se iba y me prometí a mi misma algo: La próxima vez que lo viera, intentaría sacarle plática.

Después de verlo alejarse cerré la puerta y me tumbé en el sillón. No sabía que cara debía tener; pero a mi me parecía que era de tonta. Si, de tonta; pues tenía una enorme sonrisa en mi rostro y estaba de muy buen humor.

Llegó mi hermana interrumpiendo mis cavilaciones y me dijo:

- ¿Te gusta verdad? - No lo podía creer, ¿en verdad era tan obvia? Cuando se trataba de esconder el enojo o la tristeza, era fácil para mi, pero ¿lo habría hecho con ese sentimiento tan fuerte como lo es el amor?
- No, como crees Beth... - dije intentando salvar mi pescuezo; si le decía que si, les diria a mis padres y en verdad, era lo último que quería...
- Es que yo... pensé que si...
- Lo siento Beth pero no - dije cortante; era la única manera en que la mantendría a raya.
- Ahhh! Yo quería que mi hermanita tuviera novio... - Con eso me quedé impresionada; era cierto que a veces le platicaba que había visto a un chico guapo en la plaza, o algo por el estilo. Pero nunca había imaginado que lo comprendiera tan bien. Bueno, al fin y alcabo era mi hermana.

La convencí no sin mucho esfuerzo de que hiciera su tarea; siemprele ha costado trabajo consentrarse en una solo cosa ya que se distrae muy amenudo. Así que por lo mismo tomé mi iPod y comencé a escuchar música.
Acorde a lo que habia sucedido, como siempre pasaba, se reproducian canciones románticas que por mucho tiempo había evitado.
Era oficial, me había enamorado, pero no estab muy segura de lo que tenía que hacer. Hasta hacía un tiempo tenía miedo de que llegara el amor; habían sido los mismos síntomas cuando me había enamorado de Ricardo, pero ahora era más fuerte y más madura... De algo tendrí que ayudar ¿O no?

domingo, 17 de abril de 2011

10: Día del castigo

A la mañana siguiente, desperté de mal humor. No vería a Adam aquella tarde, y muy probablemente me metería en problemas de nuevo, pero era para ayudar a mi mejor amiga. Fui a la cocina, me serví cereal y desayuné a toda prisa antes de que despertará mi mamá; no tenía ganas si quiera de verla.
Le dejé una nota a mi familia para que no se preocupara:
*Desperté antes, ya me fui. Adiós*

Salí en dirección a la escuela, ahora no llevaba prisa así que caminaba lentamente con mi imaginación volando. Pensaba en lo que podría ser mi futuro; me imaginaba a mi misma con dos lindos niños corriendo en un parque, con un hombre a mi lado. Por extraño que paresca nunca le había visto la cara a aquel hombre, ni si quiera aún cuando había sido novia de Ricardo; aún era un misterio quie se convertiría en es apuesto hombre, más el tiempo lo dirá. Seguí pensando en eso y pronto me encontré en la escuela.

No habí mucha gente aún, así que fui a mi lugar favorito, la biblioteca. En este lugar mágico podía yo perderme durante horas, facinada con la imaginación de todos esos fantásticos escritores, y yo desceaba ser uno de ellos algún día. Desde los libros más antiguos como la Ilíada y la Odisea, pasando por Don Quijote de la Mancha, hasta llegar a los contemporáneos como crepúsculo. Todos ellos me parecian fasinantes, ya que cada autor se expresa de manera distinta,tomando en cuenta sus creencias, sus experiencias, el público al que va dirigido y por sobretodo su imaginación. Entre aquel mar de libros me encontré uno que me pareció interesante, éste se llamaba "Estudio en Escarlata" de Arthur Conan Doyle. Comencé a hojearlo y elolor me transportó a otra época, en la antigua londres.Pasé alrededor de 15 minutos leyendo un poco y decidí pedirlo prestado.

Después de salir de la biblioteca fui a mi salón a esperar que llegara alguien. Me senté en mi silla y esperé... No supe cuanto tiempo estuve ahí sentada, pero pronto llegaron varios amigos, y con ellos Luna, Emma, Victoria y Erika. Las ultimas tres son las niñas de mami, siempre buscan una manera de presumir, aún con lo más insignifcante del mundo. A pesar de eso, eran amigas de Luna, y de vez en cuando las tenía que soportar.
Sin hacerles demasiado caso saludé a Luna y le enseñé el libro que había pedido prestado en la bibloteca. Sin que nadie las llamara comenzaron a decir:
- ¡Que aburrido leer!- dijo Victoria, la "líder"
- No es cierto - dijimos convencidas Luna y yo.
- Hay, pues digan lo que quieran, es aburrido.- dijo Erika como siempre dandole la razón a Victoria.
- Si lo que digan...- dije mandandolas por un tubo y llendo a saludar a Rachel que ya había llegado.
-¿Hoy no me vas a bendecir rachel?- dije con una sonrisa; después de lo de ayer era mejor preguntar.
- Emmm...- dijo dandole un aire "misterioso" según ella. - No lo se, tal vez si,tal vez no. - Y terminó con una sonrisa
- Esta bien, me cuidaré de tí- dije y reí. Era más divertido estar con ella y Diana que con las chiquiadas...

Poco después llegó la maestra e hizo que nos callaramos, una tarea bastante difícil. Seguimos con elproyecto que habíamos dejado comenzado. En mi equipo estaban Diana, Rachel, Camila y Margarett. Erámos un perfecto desastre;por un lado Rachel y Camila gritándose una a la otra, yo tratando de convencer a todas de que comenzaramos, Margaret y Diana riendose; en fin, como ya dije, un perfecto desastre. Después de insistir mucho rato por fin comenzamos a trabajar; debo aclarar que, cuando nos ponemos a trabajar, tenemos unas brillantes ideas y qeu siempre el proyecto sale bien.

Las clases pasaron de prisa y por fin salimos al recreo. Fui a con Katherine que tenía un rostro normal, pero yo sabía que por dentro estaba aunque sea un poco triste.
- ¿Cómo estás? - le dije en tono jovial, no iba a hacerla sentir peor
-Pues...¿tu sabes no..?- dijo con un tono nada cmún en ella
- No te pongas triste, no vale la pena- dije tratando de reanimarla
- Es que el SI vale la pena...
- Si, tal vez si, pero no es para ponerse triste ¿Sale?
-Esta bien, volveré a ser la chica más feliz del mundo; como siempre- Me cerró un ojo y comenzamos a platicar de otras cosas.
Entonces no tendría caso arriesgarme a ir a su casa saliendo de la escuela, no estaba totalemente arreglado, pero ahora me daba cuenta de que no se sentía tan mal; simplemente desepcionada. Se terminó el recreo y tuvimos que regresar a nuestros salones.
Tres horas más y no tendría nada que hacer; y lo peor era qu eni si quiera podría ir a la clase de Taekwondo por el castigo que me habían puesto. En serio odio los castigos, ¿no pueden simplemente regañarte y listo? ¿por que te tienen que prohibir hacer ciertas cosas? No lo se, solo sabía que no vería a Adam.

Se terminaron las clases sin que Rachel bautizara a nadie, pero jurando vengarse para el día siguiente. Salí de la escuela acompañada de Luna y de Victoria, una compañia no muy agradable, aunque agradecí mucho a Dios en no haberle soltado alguna palabra fea, pues todo lo que venía criticando durante el camino, eran cosas que a mi me gustaban; que si los hombres se vestían con camisa de vestir y pantalón de mezclilla no le gustaba, cosa que a mi si, y cosas por el estilo. Solo seguía caminando y calmando mis humos.
Llegué sin soltar una sola majadería a mi casa, y como yo presentía no estaba mi mamá; me quité el uniforme y decidí salir de nuevo al columpio, pero ahora sin prepararme ningún postre.
Fui a pasearme en el columpio cuando de pronto apareció junto a mi un pequeño montruo, bueno no, mi hermana. Hizo que me quitara del columpio para que la paseara a ella. Comencé a darle cada vez más fuerte hasta que me suplicó que parara. Entre muchas risas lo detuve y fuimos dentro a la casa.
Estuvimos viendo la tele y comiendo palomitas, esperando a que llegaran mis padres e hicieran de comer. No mucho después llegaron y comimos. Mi hermana se preparó para ir a la clase de Taekwondo, esta vez la llevó mi padre, pues yo no iría y no a dejaría ir sola.
- ¿Y cómo regresará?, ustedes regresarán a trabajar ¿o no?- dije
-Le diré a tu maestro que mande a alguien para que la acompañe.
- ¿Y confias en todos? - dije pues yo quería ir simplemente para ver a Adam.
- No, pero tu maestro sabrá en quien confiar. Y yo confio en él.- ¡Rayos! el chiste era no dejarme salir.

Esa hora se me hizo eterna, no duré ni si quiera 10 minutos viendo tele y ya me había aburrido. Después de un largo rato sonó el timbre y era precisamente Adam con mi hermana...

sábado, 16 de abril de 2011

9: Pequeño inconveniente

Isabella!
Is!

Ahhh!¿Quien estará haciendo tanto ruido?-dije para mi misma despertando
- Isabella, ¿como es posible que te quedes dormida en el columpio?- dijo mi mamá.
- Hay, lo siento...- dije aún con voz soñolienta
- Ven, vallamos a la casa- dijo y marchó hacia adentro.
Salí del columpio y volví a ver el cielo, ahora se veía un hermoso atardecer; siempre había sido atraída por el cielo, y los atardeceres eran un delirio para mi, bueno, lo eran más las estrellas, pero aún así este momento era precioso. El cielo se había teñido de distintos colores, amarillo, rojo, rosa y morado; todos formando una bellísima combinación de colores y creando un escenario mágico.
No desaproveché la oportunidad y fui por la cámara; no me vería yo, pues solo saldría mi silueta pero se vería fantástica.
Tomé la foto. Una foto simplemente perfecta.

Entré por fin a la casa y me encontré con mi mamá sentada en el sillón con la mirada en la nieve... ¡La nieve! la había dejado afuera y se había derretido; lo pero fue que se había escurrido y manchado el piso.

- ¿Qué significa esto?- dijo enojada.
-Lo siento mamá, no recordé guardarla, lo juro- dije desesperada
- No, tu nunca recuerdas nada ¿o si Isabella?
- Lo siento muchisimo mamá, en serio. Yo lo limpiare, no te preocupes
-Pero claro que tu lo limpiarás y además no saldrás a ningún lugar mañana
- ¿Si iré a la clase de taekwondo verdad?- dije como una última esperanza, para mi era un alivio ir y desestresarme, y aún más ver a Adam; pero y si no iba...
- No, lo siento Isabella, a ningún lugar es a NINGÚN LUGAR- dijo, se levantó y se fué.

¡Fantástico! Ahora el día de mañana tampoco tendré nada que hacer y todo por culpa del helado.
Me rendí, no tenía caso enojarme por algo que no tenía sentido, por lo que fuí por un trapeador y limpié el piso. Pronto mi madre regresó y preparó la cena; pero en todo el tiempo no me habló: yo había ensuciado su preciada cocina...

Después de haber cenado sin que me dirigiera una sola palabra, subí a mi cuarto y me encontré con que en mi celular había un mensaje de Katherine:

*¿Adivina que?, Kevin tiene novia =(*

Era un mensaje corto pero me puso triste, no por mi, pues para mi él era un chico más de la escuela; pero para Kath el era todo, había pasado medio año mirándolo por la ventana de nuestro salón y cuando entramos en la secundaria con el, ella estaba que no cabía en si de emoción. Ahora con esa noticia sabía que se sentiría triste, pero no sabía cuanto.

No tenía idea de que responder, a mi nunca me había llegado a interesar tanto un chico al grado de buscar todo de él; bueno, si, pero lo mio fue diferente; los dos nos queríamos y no fue difícil. En cambio ella estaba obsesionada.

Para empeorar las cosas, mi mamá me había prohibido salir al día siguiente y ya era muy noche. No sabía como podía ayudar a mi mejor amiga a superar eso... ¡si! el foco se prendió: Saliendo de la escuela me iría con ella y regresaría a mi casa antes de que llegara mi mamá... Era una buena idea, aunque un poco descabellada si tengo en cuenta de que nunca tiene un horario de llegada; confiaría en mis instintos.

Dormí sin contestar al mensaje de Kath, no tenía palabras para consolarla, o al menos no en ese momento.


8: La respuesta y más...

Después de prender el celular me preparé, dijera lo que dijera, no iba a cambiar mi manera de ver las cosas ni mucho menos mi estado de animo.
Comencé a leer
*Lo siento si te confundí Is, yo también lo estaba; pero tienes toda la razón como amigos quedamos... Pero aún así los amigos se quieren.*
¿Entonces me estaba diciendo que quedábamos como amigos pero que aún así me quería? La verdad no acababa de comprender, pero decidí dejarlo por la paz; no iba a terminar con esa amistad que me había ganado. Ese día no tenía nada que hacer, y se me ocurrió escuchar música; prendí mi Ipod y le puse en aleatorio, como si estuviera conectado a mi mente comenzó a escucharse la canción Hey! de Mitchel Musso:


Im counting the days since i began to live without you
Im covered in rain but it feels just like its the sun
And it dont get me down, don't come around
Youre better of leavin town
Im fine here alone now without you
Hey! im screamin' at you
Hey! don't care enough to write you a letter now that im doin' better alone
Hey! im screamin' at you
Hey! don't care enough to write you a letter now that im doin' better Better off without you

La canté completa a todo pulmón, era exactamente como me estaba sintiendo, no decepcionada, sino simplemente estas totalmente superado ese sentimiento.
Guardé el iPod pues estaba satisfecha con esa canción y fui a la sala para ver si había llegado alguien. Nada, la casa seguía sola.
Decidí prepararme un postre rápido: plátano, nieve, nueces y un poco de chocolate; serviría para pasar el rato... Salí al jardín acompañada de mi delicia y vi el columpio. Ese columpio era bastante viejo, había estado ahí desde que lo tenía alrededor de 2 años; no era un columpio de eses nuevos de plástico, o, estaba hecho de madera y atado al árbol con dos sogas bien fuertes. Decidí sentarme en aquel lugar a disfrutar de la vista.

Mi pensamiento viajo muy atrás en el tiempo, cuando la vida parecía más sencilla; cuando mis padres me ayudaban en las tareas, cuando todo el mundo era tu amigo, que si quería algo mis padres lo traían, cuando no había corazones rotos o sufriendo por amor; esa época tan linda llamada infancia, de la que muchos querían salir, pero yo quería regresar. Un mudo sin preocupaciones ni estrés, simplemente perfecto. Pero había un problema, era imposible regresar a el, simplemente vamos hacia adelante y no podría ir de regreso. En ese momento pare el columpio.
No se podía ir de regreso, pero se podía disfrutar la vida, darle la importancia que merece cada cosa, y no preocuparte. Seguí balanceandome. Ahora no pensaba absolutamente en nada, solo veía el cielo azul, mi color favorito. Pronto me quedé dormida apoyada en la cuerda de un lado del columpio.
Y mi imaginación voló al país de los sueños...

viernes, 15 de abril de 2011

7: Natalie, la amiga olvidada.

-Hola Natalie- dije cuando pasé a su lado y volteo. Me miró con una cara de desprecio; hacia tanto que no nos habíamos visto que ya había olvidado cuan fría podía llegar a ser su mirada. Sentí que estaba siendo examinada, criticada y examinada otra vez en tan solo un par de segundos.
-Hola, ¿y ese milagro que te dignas de hablarme?- dijo con una voz tan dura que pareció cortarme el corazón; habíamos sido amigas, por no decir las mejores amigas, seguido ella iba a mi casa o yo a la suya, hasta fuimos a ver High School musical 3 cuando se estrenó con mi mamá y mi hermano. Ahora, parecía que había pasado una eternidad desde que compartíamos tan bonitos momentos.
-¿Que te pasa?- dije en un tono jovial intentando calmarme a mi misma - Cada que te hablo por messenger ni si quiera un hola me dices.
-Eso es por que ni si quiera me llamaste una sola vez en todas las vacaciones, y nunca me preguntaste como había estado mi familia ni nada... - dijo en un tono fuerte pero la conocía lo bastante bien como para saber que detrás de ese máscara de dureza que tenía su cara, había una niña pequeña que quería llorar.
-Lo siento mucho Natalie, de verdad. No sabes lo difícil que ha sido sobrellevar el salto de la primaria a la secundaria sin tu alegría de siempre.
-¡Pero aún así no quisiste saber de mi!- dijo ya con un grito. -¡Si quise, lo juro!- dije con las lágrimas a punto de salir; había tocado la fibra más sensible, el decir que ella no me importaba
- Llamé muchas veces, pero decía que el teléfono no existía.
-Lo siento, me tengo que ir Isabella - Dijo mientras comenzaba a caminar; no iba a dejar las cosas así por lo que la tomé de la muñeca y le dije.
-¿Me disculpas? te prometo ir a visitarte pronto... - dije sinceramente
- Esta bien Is - dijo por fin feliz y me dio un abrazo
- ¿Cómo amigas de nuevo?
-Amigas- dijo y se fue.
No podía ser cierto, aquella persona que yo pensé que había cambiado, seguía siendo la misma niña con la que solía hacer pequeños pasteles en el hornito mágico.
Seguí caminando y pronto llegué a mi casa. Ya había resuelto que leería el mensaje; pero ahora, a unos cuantos pasos de mi celular me dio miedo.
Respiré profundo, caminé a mi cuarto y tomé el celular...

6:En la escuela

Después de despertar tarde, otra vez, y correr en dirección a la escuela me encontré con David y con Luna en la entrada.

-¿Que tal?- saludé a ambos con un beso en la mejilla. David había sido mi amigo desde hacía casi 6 años por lo que Luna no dijo nada; ella sabía que mis intenciones no eran malas... al fin y alcabo es mi hermanita. Ambos contestaron un "hola" al unísono y saludaron con la mano. En eso pasó por mi lado Kath, por lo que la jalé para que se pusiera a mi lado.
-¡Oyee!¿Que te crees?-dijo divertida mi mejor amiga.
-Hehe, lo siento... es que si no te jalaba ni me verías...-dije como si fuera lo más obvio
-Necesito lentes pero no estoy ciega
-Tu sabes a lo que me refiero- Y señalé con la vista a Kevin, el chico que le gusta
-Hay no es cierto...-dijo en un tono sarcástico
-Buena ya! Vamonos a clase! Sino llegaremos tarde...
-Ok ok!- dijo sonriente y se fue por otro camino para llegar a su salón.

Las primeras tres clases estuvieron aburridas, pero la diversión llegó cuando Rachel comenzó a "bautizar" a la gente con un poco de agua en una tapadera.
-Dejame!-gritó Diana mientras pasaba corriendo por el salón. Todoas las niñas de mami se nos quedaron viendo feo así que nos comenzamos a reír todavía más.Después de que a todas nos hubieron "bautizado" nos dimos cuenta de que el salón había quedado un poco mojado, pero estaban más mojados nuestros suéteres, por lo que con frio y todo tuvimos que estar solo con el chaleco. Fue la mejor pato-aventura que habíamos pasado desde que Se Emily se había marchado.

Me llegó un momento de depresión en el instante en que lo pensé pero siemplemente desapareció pues en eso momento me volvieron a mojar.
-¡Ops!- dije y pensé en el celular y lo que me habría contestado Ricardo. Me habían llegado las agallas y en cuanto llegara a mi casa lo leería; no sabía para que tendría que prepararme pues no tenía ni idea de que podía haber respondido. En fin, saqué ese pensamiento de mi mente y seguí divirtiendome con mis amigas...

Ya a la salida,estaba agotada. Tantas risas, empujones y unos cuantos gritos a cualquiera lo dejan así. Solo me despedí de todos y salí rumbo a mi casa. No venía nadie conmigo, pues aún era muy temprano lo que provocó que comenzara a pensar en lo que me habían dicho Jesssica, Marco y Santiago; ¿Que haría? Me daba tanta pena volverme a parar en aquel lugar por ese motivo,¿Cómo iba a lograr ver a Jessica a los ojos si me volvía a decir o preguntar lo mismo? Para mi, era una misión imposible.
Seguía yo en la nubes cuando vi a Natalie, una chica que había sido mi amiga durante la primaria, pero que también había sido novia de Ricardo, un terrible recuerdo que ya había olvidado hasta hacia unos días.Ella había entrado a otra secundaria, nos habíamos distanciado una de la otra pues ahora no era tan sencillo vermos, y yo insitía en que se le había subido un poco el ego. Me decidí a saludarla ¿Qué me puede pasar? me dije a mi misma. Estaba muy equivocada...