sábado, 16 de abril de 2011

9: Pequeño inconveniente

Isabella!
Is!

Ahhh!¿Quien estará haciendo tanto ruido?-dije para mi misma despertando
- Isabella, ¿como es posible que te quedes dormida en el columpio?- dijo mi mamá.
- Hay, lo siento...- dije aún con voz soñolienta
- Ven, vallamos a la casa- dijo y marchó hacia adentro.
Salí del columpio y volví a ver el cielo, ahora se veía un hermoso atardecer; siempre había sido atraída por el cielo, y los atardeceres eran un delirio para mi, bueno, lo eran más las estrellas, pero aún así este momento era precioso. El cielo se había teñido de distintos colores, amarillo, rojo, rosa y morado; todos formando una bellísima combinación de colores y creando un escenario mágico.
No desaproveché la oportunidad y fui por la cámara; no me vería yo, pues solo saldría mi silueta pero se vería fantástica.
Tomé la foto. Una foto simplemente perfecta.

Entré por fin a la casa y me encontré con mi mamá sentada en el sillón con la mirada en la nieve... ¡La nieve! la había dejado afuera y se había derretido; lo pero fue que se había escurrido y manchado el piso.

- ¿Qué significa esto?- dijo enojada.
-Lo siento mamá, no recordé guardarla, lo juro- dije desesperada
- No, tu nunca recuerdas nada ¿o si Isabella?
- Lo siento muchisimo mamá, en serio. Yo lo limpiare, no te preocupes
-Pero claro que tu lo limpiarás y además no saldrás a ningún lugar mañana
- ¿Si iré a la clase de taekwondo verdad?- dije como una última esperanza, para mi era un alivio ir y desestresarme, y aún más ver a Adam; pero y si no iba...
- No, lo siento Isabella, a ningún lugar es a NINGÚN LUGAR- dijo, se levantó y se fué.

¡Fantástico! Ahora el día de mañana tampoco tendré nada que hacer y todo por culpa del helado.
Me rendí, no tenía caso enojarme por algo que no tenía sentido, por lo que fuí por un trapeador y limpié el piso. Pronto mi madre regresó y preparó la cena; pero en todo el tiempo no me habló: yo había ensuciado su preciada cocina...

Después de haber cenado sin que me dirigiera una sola palabra, subí a mi cuarto y me encontré con que en mi celular había un mensaje de Katherine:

*¿Adivina que?, Kevin tiene novia =(*

Era un mensaje corto pero me puso triste, no por mi, pues para mi él era un chico más de la escuela; pero para Kath el era todo, había pasado medio año mirándolo por la ventana de nuestro salón y cuando entramos en la secundaria con el, ella estaba que no cabía en si de emoción. Ahora con esa noticia sabía que se sentiría triste, pero no sabía cuanto.

No tenía idea de que responder, a mi nunca me había llegado a interesar tanto un chico al grado de buscar todo de él; bueno, si, pero lo mio fue diferente; los dos nos queríamos y no fue difícil. En cambio ella estaba obsesionada.

Para empeorar las cosas, mi mamá me había prohibido salir al día siguiente y ya era muy noche. No sabía como podía ayudar a mi mejor amiga a superar eso... ¡si! el foco se prendió: Saliendo de la escuela me iría con ella y regresaría a mi casa antes de que llegara mi mamá... Era una buena idea, aunque un poco descabellada si tengo en cuenta de que nunca tiene un horario de llegada; confiaría en mis instintos.

Dormí sin contestar al mensaje de Kath, no tenía palabras para consolarla, o al menos no en ese momento.


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