*Muy cierto, bueno… Bye Is*
*Bye*
*Te quiero* Dijo y cortó.
Me quedé en shock. ¿Cómo decía eso? Después de que habíamos salido él y yo, había tenido otras dos novias. Y yo, aunque lo seguía queriendo nunca dije nada pues, ¿Por algo me había cortado no?
Me quedé confundida, pero decidí volver a la vida social… Ahora que sabía que ellos estaban bien; que ningún marciano de otro universo los había raptado, podía volver a ser feliz…
O al menos eso pensaba…
Avisé a mi mamá que iría a casa de Katherine ya que hacía mucho tiempo que no la visitaba; mi mamá no puso peros, pues ella también notaba que había estado muy apartada del mundo estás últimas semanas.
Tomé mi bolso con el celular, las llaves, un poco de dinero y salí.
Caminando me encontré en la calle a Adam, intenté fingir no verlo pero me ganó la curiosidad de ver que estaba haciendo y hacia dónde caminaba.
-¿Eres tú Isabella?- Preguntó desde el otro lado de la calle. ¡Oh no! ¿Cómo me reconoció? Es cierto que a veces estábamos en la misma clase de Taekwondo pero…
-Si…- Dije tímidamente y me paré.
-Supongo que si me conoces ¿No? Soy Adam del Taekwondo-
-Si, si te reconozco-
-Y… ¿Vives por aquí?- Dijo como intentando sacar plática… ¡que pena!
-Emmm… Si- Dije dubitativa -A 3 cuadras de aquí ¿y tú?-
-No, yo vengo de visitar a un amigo…-
-Ohhh…- Reí de mi chiste malo y luego dije: -Bueno Adam, creo que me voy por que voy a llegarle de sorpresa a mi amiga-
- Está bien, Adiós- Saludó con la mano y se dirigió en la misma dirección a la que yo iba.
Después de una cuadra dio vuelta y se perdió.
No lo podía creer, ¡Justo el día de hoy! Primero Ricardo me dice “Te quiero” y cuelga y luego me encuentro con Adam…
Yo sabía que algún día mi vida tomaría de nuevo su camino; seguí caminando y caminando hasta que sin notarlo llegué a la casa de Kath.
Timbre: ¡Ding Dong! ¡Ding Dong!
Alguien llegó a la puerta vio a través de la mirilla y gritó: -Es Isabella!-
Entonces abrieron la puerta y vi a Kath en Pijama.
-¿Tan temprano y ya en pijama?- Dije medio tono de broma medio tono de mamá regañona
-¡Es que es más cómodo!- Dijo y separó la tela del pantalón de su cuerpo, haciéndola parecer payaso. -Pero que milagro que sales de tu cueva -
-Ya lo se… yo tenía la esperanza de que algún día cambiaran las cosas -
-¿Y qué cambió?- Dijo confundida.
-Espera, vallamos a tu cuarto- La tomé de la mano y la jalé en dirección de su habitación. Conocía esa casa tan bien como la mía; habíamos sido amigas desde tercero de primaria, y ahora, en primero de secundaria, aún seguíamos siendo las mejores amigas.
Cuando llegamos a su cuarto cerré la puerta, saqué mi celular y comencé a teclear tan rápido como pude. Estaba enviando un mensaje a Ricardo.
El mensaje decía así:
“Hola, de nuevo yo… Me preguntaba si podía decirle a Kath el secreto, sabes que es mi mejor amiga y si dice cualquier cosa ya inventaré alguna excusa Bye”
Katherine me vio con una extraña mirada, sabía que no era común que yo usara mi celular, y menos aún que mandara mensajes.
Comencé a preguntarle a Kath cómo había estado su día y a hablar de cosas triviales como el clima y cosas así.
♪You can´t be too carefull anymore…♪ Sonó mi celular; lo saqué y leí el mensaje:
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